Magia e ilusión en Wad Ras.

Corría el año 1998, y en Factor Essencial acabábamos de pasar nuestras primeras navidades como una nueva familia, mirábamos a nuestro alrededor y todo era la magia y la ilusión de los sueños cumplidos, las lucecitas de colores iluminaban las calles y las caras sonrientes de los niños cuando de repente…

Alguien vio otra realidad, la de los menos favorecidos, la de los niños que viven situaciones familiares complicadas y entonces todo el equipo de Factor Essencial se volcó para conseguir que parte de sus sueños se hicieran realidad.

Ese mismo año, nos pusimos en contacto con el centro penitenciario de Wad Ras, donde, además de internas, algunas de las cuales tiene hijos que viven fuera del centro, también hay madres con hijos que viven dentro del centro hasta los 3 años, todos ellos son niños y niñas que sueñan con la magia de la navidad y los Reyes Magos esperando recibir un regalo, una sonrisa, un caramelo.

No había más que hablar, Melchor, Gaspar, Baltasar y sus pajes, nos prestaron sus vestimentas reales y nos hicimos con unas pelucas, nos vestimos como sus majestades, cargamos nuestros sacos con sonrisas, juguetes y caramelos y el día 6 de enero del año 1999, entramos por las puertas de Wad Ras y vimos aparecer las más grandes sonrisas en las caras de todos esos niños y niñas que veían por primera vez a los Reyes Magos entrando por la puerta y llamando sus nombres para ofrecerles regalos.

Nuestro séquito real es muy pequeño, no tenemos camellos, ni elefantes, ni espectaculares carrozas, ni siquiera tenemos coches espectaculares, pero tenemos ilusión y energía y sobretodo, queremos lograr, por unas horas que tanto madres como hijos olviden su realidad y vuelvan a creer en la magia de la navidad.

Más de quince años después seguimos llevando la ilusión hasta sus puertas cada 6 de enero.